Grabación [len]

-¡Rei!- No supe cuando mis labios soltaron su nombre, pero al verle alejarse me preocupé cuestionandome si le había ofendido. Le seguí sus pasos hasta que le tomé del brazo para dejarle en claro que no quería que se marchara. -Yo no he dicho eso, a decir verdad... eres la primera persona de la disquera que me llama sin intereses de por medio.

Mis labios se enchuecáron, no quería volver a esos días monótonos en donde la gente sólo se sabía mi nombre por interés, me llamaban sólo para cantar o obtener fotografías que vender. Rei era la primera persona que... me acompañaba a pasar la tarde en una pizzería.

Cerré mis ojos y no supe que decir, ignoré el dolor en mi estómago. -Eres mi amigo... ¿no es así?

Alzé la mirada igual y le solté, odiaba caer en bromas de esas mientras dejaba en claro lo fácil que era de burlar. Rasqué mi mejilla y guardé silencio por unos segundos, le miré de reojo a la par que mordí mi labio inferior.

¿Qué pensaría Rei...?

Bajé mi mirada al suelo y después la subí al edificio. -Sí, hemos llegado...- obvié. -¿Gustas pasar o...?

'Bueno, quizás tiene prisa o ya se aburrió', pensé luciendo un poco desanimado. 'Y luego este dolor de estómago que no me deja en paz.'

-¿O...? Bueno, no creo que quieras comer algo después de las pizzas de hoy.- Y reí intentando lucir amable.

Asentí con algo de alivio que enseguida escondí tras deviar mi mirada al edificio como él, mordí mi labio inferior y acomodé mejor mis audifonos sobre mis oídos.

-Claro, descuida que yo tampoco tengo ánimos para comer todo lo que comimos esta tarde de nuevo.- le hice saber mientras comenzaba a caminar junto con él hacia el edificio que, para mi fortuna, conocía de pies a cabeza.

Caminamos hacia el elevador en donde, al precionar el botón hacia arriba, nos introducimos para así darle la orden de llevarnos hacia el piso número 18, le miré de reojo y me relajé contra la pared del ascensor.

-¿Me habías dicho que vivias por aquí también, verdad?

-¿En verdad? Vaya, no sabía que fueras nuevo aquí en la ciudad teóricamente.- Dije sonando sorprendido por aquel dato revelado. -Y no te pierdes como yo, debería darme verguenza por ser tan distraído.

Comencé a reir, me causaba gracia como podía ser tan descuidado a veces por tener mi cabeza en todas partes menos en donde debía. Miré a Rei y le mostré una amplia sonrisa mientras que el elevador seguía subiendo y la música en éste se tornaba entretenida. Las luces parpadearon pero no le presté atención y miré la ventana que en este podría apreciarse.

Era una hermosa vista, toda la ciudad llena de luces y movimiento. A lo lejos pude divisar el estadio más grande de todo el país, donde próximamente tendríamos un concierto. Sonreí tranquilo con emoción.

-Es allí...- hablé enseguida tras señalar el estadio cuyas luces iluminaban hasta lo mas lejos. -Es el estadio "Llave de sol", allí cantan los mejores cantantes de la ciudad y...quizás Rin y yo logremos tener un concierto allí.

Era verdad, ese era mi sueño desde que me habían creado como Vocaloid hace catorce años junto a Rin, Miku siempre hablaba de él y ella, por ser vocaloid de primera generación, ya había debutado en ese lugar...

-Dijiste que eras nuevo aquí...-comencé al mirar su mano sobre mi hombro, sentí un cosquilleo en mi vientre. -¿Quieres que te lleve a conocerlo algun día,Rei?

Miré a Rei con curiosidad en mis orbes azules y, sin saber porque, sonreí con calidez. Vaya, Rei de cierta manera me estaba alentando a dar lo mejor de mí para conseguir dar ese concierto. Salí del elevador luciendo motivado y asentí a sus palabras.

-Claro, conseguiré que obtengas el mejor lugar entonces.- Le comenté emocionado. -Seguro no habrá problema, así conocerás el lugar en el mejor asiento.

Caminamos por el pasillo y, entre más avanzabamos, más altos se tornaban los números. Saqué las llaves de mi pantalón y corrí hacia la puerta de nuestro departamento.

-Llegamos.- Dije abriendo la puerta y enseguida dejándole ver a Rei el interior de mi hogar. -Siéntete en casa.

-Sólo vivimos Rin y yo aquí.- Hablé cerrando la puerta detrás de Rei para enseguida encender todas las luces que fuesen necesarias ya que estaba completamente oscuro fuera la casa. -Aunque...- agudicé mi oído e intenté buscar cualquier señal de que mi hermana estuviese en casa, aquello fue en vano.

-Creo que Rin no está.- Dije caminando hacia la sala y tomando asiento. -Seguro está con Miku o... en alguna fiesta. Suele no avisarme las cosas.

Suspiré y rasqué mi cabeza, miré a Rei y reí nerviosamente, estabamos solos.
-U-um... ¿quieres... algo de beber? ¿Agua?