¡Quiero dulces! (libre)

Un vestido sweet, mi ojo descubierto, una sonrisa, felicidad visible y un brillo de labios rosa... Una rara imagen que se ve pocas veces en mi, pero no niego que se va pues al ir a la tienda de dulces se tiene que tener imagen de alguien dulce... eso creo.
En fin, me encanta ir a la dulcería y era de esperarse.
Entre algo sonrojada por lo que llevaba puesto, pero el sonrojo duro solo unos segundos hasta sentirme con confianza y acercarme al mostrador.

-¿Tiene chocolates con caramelo dentro?- pregunté al encargado mientras veia las vitrinas llenas de dulces.

-Claro que si- respondió el hombre dandose la vuelta para tomar una caja en forma de corazón y ponerla frente a mi.

-¿Y lollipops?-

-De las más grandes- contestó dejando en la vitrina la caja de chocolates y tomando unas lollipops que se encontraban detrás de él.

-Me da tres cajas de chocolates y 5 lollipops, 3 medianas y dos grandes

De pronto se escucharon los pasos de un pequeño chico vestido de rosa que bien hacian resaltar sus brillantes ojos de color azul, con su pulgar mordiendo, se acerco lentamente a la chica la cual estaba recibiendo varios dulces, la miro desde abajo ya que ella era un poco mas alta que el, y asi se le quedo mirando durante unos cuantos segundos, de pronto saco su pulgar de su boca y coloco ambas manos atras de el-Me das?-le pregunto el joven a la chica con una expresion de ilusion en su rostro

«¡Se me han acabado las dotaciones de chocolates con relleno de menta! ¡También los caramelos de menta con relleno de chocolate! ¡No puede ser!»
Voy corriendo a la Tienda de dulces, apresurada. Estaba ansiosa por deleitar un trozo de chocolate amargo con un centro líquido de menta. ¿El por que? Ayer en la noche, antes de lavarme los dientes se me había antojado comer de mis dulces preferidos.
«Que hayan que hayan que hayan... » Repetía en mi mente, parándome al frente de la entrada a la Tienda. Rogaba al cielo que hubieran, si no, me muero. Nadie iba a impedir que comiera mi chocolate, estaba decidida en llevarme de esa tienda todos los dulces de menta y chocolate de ese establecimiento, de ese comercio.
Abro la puerta, voy al mostrador y, dando una bocanada de aire.. me calló.
―... ―Silencio. Me doy cuenta que no soy la única en la tienda aparte del vendedor, y me avergüenzo. Suelto el aire retenido, toso un poco y, me dirijo al vendedor lo más seria que puedo. ―¿Tiene algunos dulces de menta, Señor? ―Se, que mi rostro refleja seriedad, eso me da seguridad.
El tipo asiente, pero me da una señal, apuntando a la chica de pelo rosa. Seguro la esta atendiendo, eso debe ser. Veo al chico al lado suyo, el cual al tan solo verlo, me provocó nostalgia.
Le sonreí, puse mi mano en su cabeza haciéndole un cariño, provocando que mi mano desordene un poco su cabello.
― ...¿Quieres algo en especial? Yo invito. ―Aun mantengo mi sonrisa, la cual, se me es extraña. Dejo al niño, recordando que no estamos solos, miro a la chica; le hablo. ―Mmm... se me haces familiar. ¿el rubiecito viene contigo? Está muy mono. ―.
¿A que es increíble que de un momento a otro se me haya ido la desesperación de comprar y comer mis chocolates?
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(OFF: ¡Me uno! x3)

Al mirar al pequeño rubio me puse completamente extraña. No me gusta mucho hablar con otras personas, pero aún así la carita del pequeño me hizo perder ese miedo.

-Este...creo que podría...aunque la verdad...no sé...- de repente callé al ver a la castaña entrar a la dulcería.

Me quedé inmovil al verla acercarse y miré al rubio con cara de "es tu culpa".

-N-no, e-en realidad y-yo no lo conozco, d-derrepente aparecio...- sentí como mi cara se volvió roja y volte a mirar a otro lado.

En serio!? Genial! -salto hacia la chica para darle un cariñoso abrazo, luego de unos segundos se separo de ella la miro tiernamente-quiero unos ositos de gomita!- le dijo a la joven con una mirada fija hacia sus ojos, luego de ello se dio la vuelta para volvera a mirar a la joven de cabello rosa y se dio cuenta que se encontraba mirandolo de forma intimidatoria, poco a poco se acerco a ella al mismo tiempo en que negaba conocerlo, para luego sonrojarse y dejar de mirarlo

Se coloco la punta del pulgar en la boca en cuanto se encontro cerca de ella-Por que te sonrojas?-pregunto el joven niño mientras tiraba de su vestido blanco

Alex se separo un poco ante la actitud de la chica de cabello rosa, el no queria que se sintiera incomoda asi que dio unos pasos hacia atras y contesto la pregunta que le habia hecho-12 años!-dijo con una sonrisa sincera en su rostro

Luego se volteo hacia direccion de la chica de cabello marron-Yo me llamo Alex!-dijo con una enorme sonrisa en sus labios, luego de ello se metio el pulgar a la boca y miro hacia un lado-a ver...tengo 12 años...mi color favorito es el rosa...amo a los perritos aunque me gustan mas los gatitos...me gusta mucho dibujar y me encantan los ositos de gomita! Encantado!!!-exclamo con una actitud de emocion, mirando fijamente a la cabello marron.