Casting: Dera~

Miraba a Rin mientras acariciaba la cabeza del ya casi dormido cachorro. La atmosfera se sentia algo rara... pareciamos un matrimonio con su hijo y una leve sonrisa se dibujo en mi rosto; la cual disimuladamente escondi entre las sabanas.
"-Rin..." Susurré
"-Que nombre le pondremos a la pequeña?" Pregunté algo curioso y espectante por los nombres que se le podrian llegar a ocurrir a mi hermana... tenia una imaginacion algo extraña a mi parecer. (Aunque lo encontraba bastante tierno)

Largue una leve risa ante su gesto, era tan tierna y no tenia que esforzarse por serlo.
"-Mmmm" Pensé unos segundos poniendo una mano sobre mi menton mientras miraba a la perrita al fin dormida.
"-Talves..." Me movi un poco acercandome a Rin y le susurre al oido "-Hanatamago?" Dije en un tono tierno y algo meloso.
La mire fijamente un momento mientras veia su expresion algo asombrada. Habra sido por el nombre? Me pregunté.

Oí la risita de Rin mientras se acomodaba en la cama y me miraba divertida. Yo solo la segui con la mirada y me apoye en mi brazo para quedar de costado.
"-No te gusta el nombre?" Me rasque la cabeza algo confundido y ella volvio a reirse. Esta vez tape su boca como si los ruidos fuesen a despertar a nuestra "hija".

Estaba algo sorprendido por la reaccion, el beso… era todo confuso pero extrañamente agradable, muy agradable a decir verdad.
Suavemente tome su rostro con la mano y la acerque nuevamente a mi.
“-Hace tiempo que…” Le bese lentamente intentado transmitirle mis sentimientos “-Esto deberia haber pasado” Susurre en su boca mientras le acariciaba el labio inferior con mi pulgar. En verdad habia estado esperando este momento pero aun no estaba totalmente seguro de ser correspondido por Rin.

Ahora que lo sabia y podia asegurar que ella tambien lo queria… no dudaria en hacerlo.
“-Intentare no despertar a nuestra hija” Dije mientras me movia de mi lugar para ponerme sobre Rin.
Algo ruborizado, puesto que seria la primera vez que hariamos algo como esto, puse mi mano en su cintura y lentamente baje hacia sus labios para volver a besarla, esta vez un poco mas confiado.
La bese con ternura, pero rapidamente el beso comenzo a ser mas intenso y luego de separarnos para tomar aire, procedí a abrir su boca con mi pulgar para asi profundizar nuestro beso. Suavemente introduje mi lengua dentro de su boca y pude escuchar un pequeño quejido-suspiro por parte de Rin que tenia sus ojos cerrados con pequeñas lagrimitas asomandose. Y por alguna razon no podia separar la vista de su dulce expresión facial, lo cual hizo que me ruborizara aun mas.
“-R… Rin” Dije mientras me separaba e intentaba recobrar el aliento.
Sin esperar mas, me quite la parte superior de mi pijama y ante el rubor de Rin, comence a subir su pijama lentamente. Mis mejillas se sentian hirviendo y mi cabeza no podia armar un solo pensamiento coherente… todo daba vueltas.
Mis manos rozaron la suave piel de Rin mientras subia mis manos y quitaba el blanco pijama del camino. Suaves suspiros salian de su boca, la cual ahora estaba intentando cubrir con sus dos manos.
“Tus manos estan frias” La escuché balbucear.
“-L-lo siento…” Dije disculpandome obviamente apenado “-Pronto estaran tibias” Susurre mientras acercaba mi cuerpo al suyo, intentando hacer contacto fisico; la piel de nuestros estomagos se encontraron haciendo que nos erizáramos enteros. Era una sensación tan atrapante, mi estomago sentia mariposas.
Mis manos finalmente lograron quitar su pijama por completo y en mi curiosidad di una mirada vergonzosa pero decidida a su cuerpo. Solo pude suspirar y entrecerrar mis ojos… tal y como lo habia imaginado, era perfecta. Nunca me habia importado que su parte superior no fuera tan “notoria” a comparación de las otras vocaloid. De echo… siempre pense que eso la hacia ver como una princesa. MI princesa… Suspiré con confianza.

Mis pensamientos se detuvieron cuando senti sus delicadas manos bajar los pantalones de mi pijama. Al mirarla su rostro estaba de un tono rojo tomate y no pude evitar largar una leve risita al verla tan tierna.
Rió nerviosamente y yo baje la mirada. Oh! Tenia puestos mis interiores blancos con pequeñas bananas en el.
Volvi a besarla para evitar que siguiera mirando, esta vez con mis manos acariciando su cuello, que lentamente fueron bajando hasta su pecho; aun tenia su ropa interior. El beso comenzo a ponerse intenso nuevamente y mi mano se escabullo por debajo de ella, intentando quitar la prenda superior.
Rin se levanto un poco para facilitarme el trabajo, y en verdad ayudo mucho. Con agilidad novata habia logrado quitar su brasier blanco con detalles amarillos (Era observador… que podia decir)
La vergüenza comenzaba a apaciguarse, mis labios se aventuraron a su cuello, dandole pequeñas lamidas a su oreja y dejando alguna que otra marquita roja en el recorrido.
Sus manos se entrelazaron en mi espalda, pasando por mi cuello; a veces clavaba las uñas en mi espalda cuando algo realmente le gustaba.
Asi que decidi bajar un poco mas, y mas, y mas… hasta su pequeño estomago, el cual bese con ternura. Ella solo daba suspiros y a veces algun gemido reprimido… aunque ahora estaba entretenida acariciando mi cabello.
Mire desde mi posición, queria saber si debia comenzar de una vez por todas ya que cierta parte de su cuerpo comenzaba a humedecerse. Ahhhh esto era tan extraño; pensé
Cerre los ojos por unos segundos y ella jalo mi cabello suavemente.
“-Rin…” Susurre entre besos y volvi hasta su dulce boca.
Sin apresurarme comence a bajar su ultima prenda, lo cual hizo que ella se viera visiblemente avergonzada. Pero sus manos tomaron mi cuello y comenzo a besarme apasionadamente… Supuse que aun no queria que mirara mucho por ahora.
Mis manos subieron nuevamente desde la punta de sus pies que ahora estaban algo flexionados a ambos costados de mi cuerpo. Intente rozar cada centímetro de piel, haciendo énfasis en sus muslos que ahora estaban totalmente flexionados.
La posición era perfecta y por instinto mi cuerpo se apoyo sobre ella, haciendo que nos estremeciéramos.
Entre algun que otro jadeo y sin darme cuenta, por arte de magia mi ropa interior ya no estaba y no habia sido yo el culpable. Mire a Rin y le pregunte si estaba lista, a lo cual respondio asintiendo con la cabeza mientras hacia un pequeño ruidito.
Baje mis caderas suavemente, lo mas suave que pude ya que después de tantas caricias… ya saben.
Manteniendo mi cuerpo lo mas cerca posible de Rin, comence a introducir parte de mi miembro con el mayor cuidado posible. Al oir pequeños quejidos de dolor que emitia Rin empece a sentirme culpable, pero ya no podia detenerme, bese sus labios y prometi que todo iba a estar bien, eso parecio calmarla un poco pero las lagrimas comenzaron a brotar por sus ojos.
Bese suavemente su mejilla, luego su nariz y lami con ternura las lagrimas que caian por su rosto.
Poco a poco comenzo a acostumbrarse a que este en su interior, mas no habia echo movimientos bruscos, solo pequeños vaivenes lentamente.
De pronto un suave gemido salio de sus labios haciendome creer que por fin podria moverme con mas libertad. No es que no me gustara ahora pero amaba a Rin y ya no podia aguantar mas.
Entre pequeños jadeos y quejidos nos besamos y balbuceamos incoherencias, el calor de nuestros cuerpos comenzaba a acumularse en ciertas zonas.
“-Hime…” Susurre al tomar un respiro
De pronto sus dedos se entrelazaron en mi nuca y parte del cabello; yo por mi parte acaricie el suyo con ternura y nos quedamos mirando fijamente… cada uno haciendo sus propios gestos ante el inmenso placer que sentiamos ahora.

“-T… te amo” Dije mientras bajaba mi cabeza y la apoyaba en su pecho. No podia creer que aun me siguiera avergonzando; pero todo comenzo a desaparecer mientras mis movimientos pelvicos se hacian mas intensos. Era obvio que el final estaba cerca y queria ver todas las reacciones que mi linda Rin hacia. Por eso volvi mi rostro hacia ella y con una leve sonrisa comence a mover mis caderas mas rapidamente.
Vi sus ojos entrecerrarse y suspirar mi nombre entre los gemidos; con un rapido movimiento mordi su cuello mientras intentaba ahogar el ultimo gemido que emitiriamos esa noche.


Jadeante y visiblemente agotado, me desplome sobre el cuerpo agitado de Rin. La abrace cuanto pude mientras me acurrucaba en ella.
Sin decir ninguna palabra aunque no era un silencio incomodo. De pronto un pequeño ladrido se escucho desde el costado de la cama; hanatamago habia despertado.