Un día en el parque

Off: Soy un poco mala con esto pero x3 haré mi mayor esfuerzo
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Como era de costumbre, salí a dar una vuelta por el parque para distraerme un rato debido a que ya había terminado de ordenar un poco mi pequeño departamento. Mientras me ponía a enumerar lo que me restaba por hacer en el día, un gatito blanco paso frente a mi y me distrajo de mis pensamientos. Como fiel amante de los animales lo alze y me dispuse a alimentarlo, olvidandome por completo de mi verdadero propósito.
Busqué con la vista algún local en donde poder comprarle algo al pequeño y dirigí mi vista a una tienda de mascotas que quedaba en frente del parque. Agarre con un brazo al gato y tanteé con mi mano libre mi bolsillo, del cual saque solo una libreta que estaba vacía. -Definitivamente, no traje dinero. Cuando regrese te prometo que te dare algo- le dije al gatito que jugueteaba con mi cabello mientras tanto. Así que sin otra opción me dirigí hacia el parque y una vez allí me senté en un banco que quedaba frente a una lujosa fuente. Me fascinaba ver el agua caer de aquella fuente, me hacia sentir tranquila.

off: puedo?

caminaba tranquilo en un nuevo lugar a donde habia llegado... parecia tranquilo... pero prontamente se interrumpio esa tranquilidad por una especie de ronroneo... y el suspiro de una chica...
-Definitivamente, no traje dinero. Cuando regrese te prometo que te dare algo-
dijo esa chica, que al parecer llevaba al causante del ronroneo en sus brazos, un gatito blanco... decidi acercarme un poco, tal vez por aburrimiento, y me pare al lado de la banca en donde ella se sento, parecia hipnotizada por la fuente que estaba en frente.
-te gusta el agua?-
pregunte mirando tambien la fuente...

Mientras seguía mirando el agua caer escuche que alguien me preguntaba algo. -te gusta el agua?- Mire al joven de cabello oscuro un tanto confusa, no me había dado cuenta de que estaba allí. Rápidamente me incorporé con una gran sonrisa. -Realmente si. Es bello mirar como cae. ¿Acaso a ti también te gusta?- pregunté un tanto curiosa.
Luego volteé a ver la fuente por unos instantes hasta que una chica rubia con unos moños rojos realizó miles de preguntas a la vez. -¡Hii! ¿Este gatito tan kawaii es tuyo? ¿Puedo cogerlo? ¡Aww es taaan mono!-. . Tantas preguntas al mismo tiempo me habían mareado, pero intente responderlas una por una -¡Hola!- dije esbosando una sonrisa -En verdad, no es mio el pequeño, pero... me lo he encontrado mientras venía y no podía dejarlo allí. Si quieres, puedes tomarlo- dije mientras alzaba cuidadosamente al gato y lo acercaba hacia donde estaba la chica. -Por cierto, que malos modales los míos, mi nombre es Amai, Amai Nezumi.- Era normal que olvidará presentarme, pero era mejor hacerlo tarde que nunca.

La chica me respondió y meofreció coger al gatito. Lo abracé y despues de jugar un ratito me senté y se lo devolví.
-Yo soy Yuki-Sonreí abiertamente mientras jugueteaba de nuevo con al gatito, que estaba en el regazo de Amai.-Aww eres un Neko genial!

Miré la fuente que teníamos delante. Creía reconocerla.
Señalé la fuente, un poco anonadada.
-Había una como esa en mi antigua cuidad...

Obesvaba atentamente a la chica jugar con el gatito mientras sonreía. -Tienen mucha energía los dos- pensé mientras veía que se sentaba y dejaba el gatito de nuevo sobre mi. -Yo soy Yuki- se presentó al fin, a la vez que seguía jugueteando con el gatito que se encontraba sobre mi regazo. ¿Acaso siempre era así de enérgica Yuki? Realmente era sorprendente la alegría que emanaba de ella.
De pronto vi como ella señaló la fuente. -Había una como esa en mi antigua ciudad...- dijo. No entendía bien porque ella había quedado de esa forma y sin quitar la vista de aquella fuente dije -Es linda aquella fuente ¿verdad?- Quedé unos segundos en silencio, no era usual que alguien quedara anonadado solo por ver aquella fuente. -Yuki, ¿Tu vienes de muy lejos?- pregunté bastante intrigada al recordar lo que había dicho antes.

Escuche atentamente lo que me decía Yuki. -Si... Bueno, no tanto. Pero, el caso es que les hecho de menos... En la cuidad en la que vivía, había una fuente exactamente igual a esta. Todos eran muy buenos conmigo, ¿sabes? Pero en fin, supongo que siempre hay que vivir el presente.- quedé un poco perpleja al escuchar aquella respuesta. Notaba en verdad lo que extrañaba aquel lugar, me sentí un poco culpable por haber realizado aquella pregunta, pero lo hecho, hecho está y no podía dar vuelta atrás. Para compensar un poco en tono de broma dije -¿Acaso aquí son malos? ¿O es que acaso la gente se convierte en vampiros por la noche en esta ciudad?- sonreí ante lo que acababa de mencionar, me había sonado un poco incoherente e inecesario. Me quede pensando un rato acerca de las preguntas que realizé pero solo me pude centrar en una cosa... ¿Vampiros? Era realmente fantasiosa esa idea.
-Tal vez ese no era el punto ¿verdad?-. Me quede seria por unos instantes mientras escuchaba el ronroneo del gatito. Tal vez le podría haber molestado de alguna forma el comentario que acababa de hacer, realmente, había dicho algo sin pensarlo antes.

Yuki empezó a reirse sin parar por mi rara pregunta. -Pues.. no creo, pero es una gran idea... incluso para una canción.- pudo lograr decir. Era interesante la idea de la canción, aunque sinceramente no me lo imaginaba. Empezé a pensar como podría ser una letra así pero realmente, tenía la mente seca. -No, no lo es. Pero de todas formas, es divertido.- respondió ante mi afirmación. Era cierto, los vampiros no tenían relación con lo que andabamos diciendo. -Tal vez lo sea, pero tendría que haber sido un comentario para Halloween antes que en esta ocación-. Dirigí mi mirada hacia la tienda de mascotas, había olvidado que quería alimentar al gatito. Quede unos instantes con la vista clavada en esa tienda, hasta que el gatito me distrajo cuando se paró y dió un pequeño salto hasta donde estaba Yuki. -Parece que le agrada- pensé mientras sonreía.

-¿Qué cosas guardas en tus bolsillos?- pregunté cuando Yuki le daba un trozo de algún bocadillo que tenía guardado, yo lo mucho que podía llegar a encontrar en mis bolsillos es un pedazo de papel. Me había aprecido oír a Yuki decir algo, pero no podía quedarme con la intriga. -¿Has dicho algo o solo fue mi imaginación?- solté a la vez que me levantaba del banco y me desperezaba un poco. Luego miré con traquilidad a los perros que pasaban jugando entre sí al lado nuestro mientras el gatito blanco se erizaba cuando estaban muy cerca de él. -Al parecer, no se lleva bien con los animales- dije al ver su reacción.

¿Bolsillos grandes sin que se notaran? Sonaba realmente bien, de ese modo pasaban desapersibidos y a su vez podías guardar tantas cosas. Ya me habían dado ganas de tener uno así...
-Ah si... Estaba tarareando. Eso que dijiste, estaba pensando que tipo de cancion podría ser y que ritmo llevaria. Aunque no tengo mucho talento para escribir- Al escuchar eso, pensé que era una broma de ella nada más. De todas formas dije -Seguramente no es cierto Yuki-chan, debes ser talentosa, o por lo menos, mucho más que yo-. Supuse que Yuki vuela con la imaginación, cosa que yo ya tengo medio extinto.
El gatito aún seguía erizado por los perros, y lo que dijo Yuki era verdad, los perros y los gatos nunca se llevarán bien. De todas formas, los perros no se quedaron por mucho tiempo, solo habrán dado un paseo como la mayoría que visita el parque. De pronto recordé el listado de cosas que tenía que realizar, pero ya no llegaría a hacerlas a todas, así que sin más preámbulos me decidí a que los realizaría mañana. -¿Hace mucho tiempo que te has mudado a esta ciudad?-. Me intrigaba saberlo debido a que parecía que viviera aquí desde hace mucho.

Al ver que el gatito salía huyendo pensé en alcanzarlo, pero ya era tarde, se había esfumado entre los arbustos. -Creo que será mejor que no lo busquemos, ya habrá encontrado algún escondite-. Mire hacia ambos lados para confirmar que el gato no se encontraba por allí. -¿Tu vives por aquí cerca? ¿O es que solo has venido para reunirte con alguien?-. Me resultaba extraño que haya venido hasta aquí y solo se haya entretenido con aquel gato blanco. Aunque existía la probabilidad de que solo haya venido a dar un paseo como la mayoría de la gente que pasa por aquí.

Al parecer, Yuki no quería que el gatito se escapara, pero era lo menos que podíamos hacer por él. Nos sería lo bastante complicado encontrarlo. La chica me imitó cuando mire hacia ambos lados para buscar al gato, pensé que preguntaría algo luego de eso, pero solo respondió mi pregunta. Escuché con atención lo que dijo ella y en forma de broma dije -Mientras que no te pierdas en la inmensa ciudad, todo estará bien-. Sonreí al decirlo, sabía perfectamente que ella tenía la fuerza necesaria para poder defenderse por su cuenta, aunque un poco me preocupaba que andara sola. -Hay que tener valor para andar sola a cualquier hora por esta ciudad, y más con la edad que tienes, pero supongo que ya estarás acostumbrada mayormente a ella y también a andar sola-. Le sonreí como de costumbre y volví a hablar -Ya tienes tu propio departamento ¿verdad? Digo... como eres nueva por la zona...-. Estaba segura que esa pregunta se podía descartar, pero no soporté la idea de guardarme el comentario.

Me quedé mirandola un rato, sinceramente no sabía que responderle. Pensé alguna respuesta para darle, pero no se me ocurría ninguna convincente. -Olvida lo que dije... Perdón- mencioné intentado que se tranquilizara un poco, no me había imaginado que reaccionaría de esa manera.
-Eres un amante de los gatos ¿no?- dije para cambiar el tema rápidamente. No había ninguna duda que si le gustaban los gatos, le gustarían también todos los animales... o eso era al menos lo que pensaba.

-Podemos decir entonces que... ¿Amas todo o solo una minima parte?-. No tenía idea de que a alguien le llegarían a gustar los armadillos... me imaginé una convinación de esas tres cosas juntas, pero lo único que atravesó mi mente fueron un gato y un armadillo comiendo helado de fresa... Reí ante esa imagen, realmente estaba pensando cosas sin sentido en el día, tal vez el gato me había afectado de alguna forma.-Pues en todo eso... creo que solo tenemos en común los gatos, a pesar de que los armadillos son lindos y los helados de fresa no me desagradan.-. mencioné. Pensé un rato... ¿sólo tres cosas eran sus favoritas o habían más?. Ante aquella duda pregunté -¿No tienes ninguna otra cosa entre tu lista de favoritos?-.

Sonreí a la respuesta de Yuki ¿qué secreto puede ocultar alguien como ella?... será mejor no preguntar. Recordé repentinamente la canción de los vampiros y pregunté -¿Cómo iba la canción de los vampiros? ¿O aún estabas pensando como seguiría?-. Me dió un poco de intriga, habíamos dejado de lado aquel tema y aún no sabía si Yuki había pensado en algo o no.
-Por cierto... ¿Cómo era físicamente tu ciudad?-. Aún quería saber el aspecto del lugar de donde venía, tal vez se pareciera un poco a esta ciudad, como tal vez podía ser totalmente lo opuesto.