Calles solitarias

Recuerdo del primer mensaje :

Me encontré a mi mismo caminando por calles desiertas, posiblemente por el aguacero que caía sobre nosotros. El husky no se inmuto por la lluvia, siguió caminando a mi lado sin problema alguno, como si solo fuese una llovizna. “Sabes, en verdad me recuerdas a alguien, te comportas casi igual que él”. El perro ladro levemente, y casi podría decir que me sonrió.
Mientras caminaba por las calles iba rememorando todas y cada una de las cosas que habían ocurrido en el día; necesitaba entender que no había soñado nada, que todo lo había vivido. Por desgracia para mi, estaba rememorando todas y cada una de las cosas; las lindas, que eran pocas, y las feas, que eran demasiadas. La cabeza aun me daba vueltas; quizás la fiebre no me había bajado todavía, estaba empezando a sentirme muy acalorado.
Como si todo fuera cuestión de análisis matemático, el aumento de la fuerza de la lluvia era proporcional al aumento de mi tristeza interior, y eso a mí me servía; en medio de la lluvia siempre podía ocultar mis lagrimas y a la vez, esta limpiaría todo el dolor en mi. Tenía ganas de librar también mi garganta…

En el espejo se refleja un perfil, al verte ahí mi corazón triste se Rompe!
Tú eres algo inalcanzable para mí, y en mi dolor repetiré tu nombre.

Mientras cantaba para mí esas estrofas, la lluvia cumplía su trabajo de ocultar mi rostro incluso de mi mismo, de mi compañero aquí presente, y de cualquiera que pudiese cruzárseme. Estaba aliviando el peso en mi pecho; cantar en la lluvia siempre me ayudaba. “Tengo ganas de helado, y tú ^^?” Le dije al perro, quien me miro un tanto extrañado por mi comentario. “Ven, conozco un lugar con unos helados fantásticos”.

Son mis labios los que reclaman tu sabor, aquí dentro sobrevive tu aliento…duele!
Tu voz dejo su huella en mi corazón, aun recuerdo el calor de tus palabras.

A mi fiel camarada parecía agradarle la canción, quizás teníamos los mismos gustos de música. Al ritmo de mi canto, nos dirigíamos hacia la heladería.

***

Me fui a la heladería, XP no duro nada en estos post.

A la chica le molestaba bastante que la halagaran, en especial por su apariencia, lo consideraba algo demasiado superficial como para ponerle tanta importancia. Por lo que le apartò las manos de su rostro intentando ser lo màs delicada posible
- mira no te lo tomes a mal pero, odio los halagos y odio que me miren de pies a cabeza ¬¬. Créeme que tienes suerte de que me caìste bien y no quiera golpearte.

Tomó aire algo más tranquila y añadió
- y ya tengo costumbre de cantar en la calle =_=, siempre lo hago en la plaza para conseguir algo de dinero, es solo que no estoy acostumbrada a que me pidan temas apenas conozco a la gente

- puede ser pero recuerda lo que te dije de la confianza eh?. sé que no eres una persona mala y no quiero que tengas problemas

le mirò sonriendo màs tranquila y casi maternal
-alguien debe cuidarte no?

- ¡O oye!, pero ¿qué crees que haces?!!

le dijo la chica molesta, sin poder reaccionar bien ante el abrazo de Koizumi, sin embargo dejó de lado su faceta de ogra por un instante y correspondió el abrazo amablemente unos segundos

-no te malacostumbres, ya te lo dije

luego dejò de abrazarlo y le miró a los ojos con una sonrisa en los labios- Sin darse cuenta el cielo poco a poco comenzaba a despejarse, las nubes abrían paso a trozos de cielo oscuro y estrellado. Momohime se levantó y le dijo al muchacho

- mejor caminemos a otro lado, luego de la lluvia comienza a hacer frío