Cine solitario igual divierte(privadou)[+18]

Era de noche ya, aunque no tan tarde, algo así como las 23:25 según mi reloj de muñeca, pero no confiaba demasiado a este debido a estar atrasado o adelantado, se turnaba por días, bajé de un taxi y comencé a caminar a paso rápido, el chofér me gritó pidiendome el dinero a base de insultos y malas palabras que ignoré como si el viento de la oscuridad se las llevara, entonces comencé a correr hasta entrar en el Cine, suponiendo que a esas horas el chofer ni iría a molestar demasiado por un misero precio, el cine estaba casi desolado excepto por los guardias y quien sabe quien más por ahí; compré un boleto para una película cualquiera, en realidad no me preocupaba ir al cine a ver una película, me preocupaba regresar al hotel donde me hospedaba sin el dinero suficiente para pagarlo, ya que ya se me iva acabando el sustento económico con el que escapé de la mansión de los Ushiromiya.
Pasé por un largo y oscuro pasillo buscando la sala asignada a paso lento, todo lo que quería era escabullirme en el cine y quedarme ahí a dormir aunque eso fuese considerado allanamiento, ya antes me había metido en líos policiales así que no me molestaba para nada, además ya era experto en allanar zonas donde quedarme a pasar la noche cuando no conseguía dinero para el Hotel.
Entre tantas encontré la sala y abrí la puerta lentamente viendo como pasaban algunos comerciales aún, llegué a una de las primeras filas sin ver a nadie a mi alrededor, esto estaba bien solo, y para mí era mejor, aseguraría un fácil allanamiento.

Se me había quedado pegada la manía de quedarme hasta tarde componiendo canciones, últimamente muchas letras románticas venían a mi mente, y no podía perder oportunidad de grabarlas.
Solo que este hábito me estaba cambiando el sueño, y, dormía demasiado tiempo de día.
Agh, ese día me desperté y noté que el sol brillaba con intensidad en un fino rayo único a través de la ventana. Supuse que sería de mañana, pero no lo era, ya eran pasadas las 17 hs o más, el sol estaba dándo sus últimos indicios de día.
-No puede ser....Mi encuentro con Meiko!- Gruñí para mí misma sollozante. Se me había pasado la hora por mucho.
Aunque nuestra cita de compras había quedado cancelada, quise salir a tomar aire.
Me alisté en menos de media hora, sin Kaito, peinarme era aburrido y tedioso. Cuando terminé, bajé del edificio y caminé por la calle, siempre por la vereda para que el sol no me irritara.
Sonriente, iba tarareando una canción, ni siquiera recuerdo con exactitud cuál.
Dediqué la tarde a pasear por la ciudad, viendo alguna que otra tienda, talvés luego podría pedirle a Kaito que me comprara alguna prenda bonita, él no podía negarse a eso y sonreí divertida al respecto.
Cuando noté que el sol se terminaba de ocultar, ví que no estaba muy lejos del cine, y eso era mejor que volverme ahora a los departamentos, donde nadie aún habría llegado.
Entré y saqué un boleto para la primera función que empezará, sin importar qué peliual fuese. Incluso aún faltaban cerca de media hora, pero aún así entré a la sala.
Estaba vacía. Mejor dicho, casi vacía. Solo una persona en ella. Miré mi boleto entre la oscuridad y busqué el número de asiento que debía corresponderme. me guíe entre los números y por casualidad terminé junto al único muchacho en la sala. Me senté y le observé rápidamente, intentanto evitar el contacto visual me acomodé, por algún motivo él me ponía nerviosa...

Mientras nada más que mirar a todos lados viendo como cada vez era todo mas negro era toda mi entretención pude oir a alguien entrar a la sala, le miré aunque no me dejaba verle, era una chica de pelo verdeazulnose que parecía evitarme aunque se sentó al lado posiblemente por el número de asiento, miré mi boleto y lo rompí con mis manos.
-*como tomar en cuenta esto cuando está vacío khihihi*-
Aún seguían pasando los aburridos comerciales que nunca nadie tomaba en cuenta, intenté mirar a la chica para verle la cara por una simple y pura curiosidad, su cara y su mirada las veía un poco nerviosas, pensaba que era por mi culpa quizás, ni idea si tenía pinta de ser un vagabundo o de ser un político roba dinero pero como siempre intentaría que tomase confianza conmigo de alguna manera, entonces me levanté del asiento. y dirije mi mirada a la muchacha.
-Voy a buscar algo para beber o comer que se me olvido, quiere algo ud?-
Le dije mientras me estiraba un poco las piernas y los brazos, supuse que siendo amable quizás tomaría algo de confianza para no hacerle sentir nerviosa, era así mi forma de ser después de todo.

El muchach orompió su boleto con toda naturalidad, incluso pensé en que me estuviese ignorándome.
Lo cual no sabía decir si era bueno o malo.
Suspiré tenuemente para mí misma, intentando ahogar mi corazón agitado, pero se hizo muy evidente cuando se paró.
¿Acaso le había molestado?
¿Podía ser que yo fuese una molestía para él?
Quedé aún más sosprendida cuando pronunció palabra, dirigida a mí.
Pude sentir la sangre fluyendo hasta acumularse en mi rostro gracias al calor que sentía allí, seguramente dándole a mis mejillas un tono rojizo chistoso.
-¿Yo?- Pregunté nerviosa.
-N-No, no, gracias...- Bajé la mirada aún sonrojada.

Al oir la respuesta dediqué una sonrisa divertida por su forma dulce de hablar y especialmente ese sonrojo en su cara tan notorio, su palidez le delataba de inmediato al ruborizarse, como supuse estaba algo nerviosa pero intentaría quitarle el nerviosismo.
-Oks, voy a buscar algo y vuelvo~-
Caminé a paso rápido hasta el puesto de ventas y pedí una caja de palomitas y una bebida Vocal-Cola..El vendedor en cierto momento mientras yo me iva fué al baño y ví mi oportunidad, abrí la caja donde guardó mi dinero y me lo devolví sin sacar ni más ni menos.
-gratis fácil, como amo cuando esta vacío-
El guardia que andaba medio adormilado caminando como zombie no se dió cuenta gracias a la velocidad con la que hice mi acto y volví a caminar hasta el Salón de Cine, sentándome en mi puesto denuevo.
-De cualquier forma, si deseas algo tómalo ^^-
Le dije amablemente a la chica y estiré mis brazos pasando por ella dejando las cosas en la silla a continua a la peliverde, volví a mirarla sonriendo siempre divertido por su sonrojo anterior.
-por cierto, me llamo Battler, solo dime Batt ^^-
Lamentablemente mis ojos no ivan dirigidos aveces a los ojos de la joven, mi mente en la noche en un lugar solo con una chica trabajaba de una forma muy especial.

Con la misma expresión amable, la cuál me sorprendió, se fué de la sala, como había dicho, a buscar algo para acompañar la película.
Ví cómo las propagandas pasaban una tras otra, sin significado o diversión alguno, ni siquiera empezaban los trailers de las nuevas películas.
¡Qué aburrido! Y aún faltaba para el comienzo de la película.
El muchacho volvió como se fué, con una sonrisa amable, y un tono del mismo énfasis al dirigirse a mí que lograba nuevamente ponerme nerviosa.
¿Porqué tenía que ser así? ¿Porqué no podía tratarle como a cualquiera? Probablemente, la sugerente situación lo explicaba todo.
-Mucho gusto, Brattler...- Dije en volúmen precavido, como si hubiesen más personas y la película estuviese funcionando para no molestar.
-Digo, Bratt.- Me corregí. -Soy Miku, mucho gusto.-

Ya comenzaba la pelicula pasando algunos creditos que nunca nadie leía y puse mi brazo en la silla deslizandose hasta el asiento de la muchacha.
-No te importa si me acomodo? ^^?-
-*cerebro calma la revolución*-pensé para mí mismo, ya que comenzaba a analisar la situación sin tomar en cuenta la película y un montón de pensamientos no me dejaban tranquilo, de verdad en ese momento pensé que mi mente era perversa, pero no esperaba mucho menos del momento, aver estaba yo solo con una chica en todo oscuro pasando una peli que nadie veía y con un guardia atontado que pronto caería al piso durmiendo sin más, salía entonces mi mente de don juan a flote, fijé mi mirada en la chica cada vez más observándola mientras pensaba si hacer algo o no, de pie a cabeza, su cara en verdad me inspiraba tanta ternura, el problema es que para mí mientras más tierno peor era yo, entonces decidí preguntarle acercándome un poco susurrando.
-¿por qué el nerviosismo? si no muerdo...-
Mientras sonreía ahora menos amistosamente que antes, mi cara no era tan pura.