Karaoke (continuacion de Cine) [+18]

Se limitò a ver como la chica hacìa todo lo necesario. A èl le comenzaba a doler la cabeza. Y aùn estaba molesto. Fuè a un mini puestesito que tenìan ahì dentro del karaoke. Fuè por algo de alcohol y cigarros. realmente le hacian mucha falta a esas alturas. Tenìa que tranquilizar su coraje. Pagò lo que consumiò. Tomò un cigarro, se lo llevò a la boca, lo encendiò e inhalò. -"Ya me hacìa falta..."

Se acercò a Rin. Le mirò y se volteò a otra parte. -"Solo espero que... hayas pedido una habitaciòn para fumadores." -se metiiò casì por obligaciòn. Ya que la niña rubìa le empujaba. Mirò el lugar, despuès de todo habìa cenisero sobre de la mesa. Puso ahi su lata de cerveza, tirò las cenizas que tenìa el cigarrillo en el cenisero y tomò el control de la televisiòn. -"No te rìas o te mato... no sè ùtilizar esta pendejada"

Observando como la niña hacìa el trabajo que èl no sabìa hacer, miraba con atenciòn para no pasar la misma pena de nuevo. Se levantò por el pequeño libro donde tenìan la lista de las canciones en lo que ella regresaba a sentarse donde èl. Lo abriò y a la pregunta de la chica, ignorando que lo estaba tocando, inhalò un tanto de su cigarro, y exalò el humo mirando aùn el librito.

-"Yo cantarè. Mejor preparate" - Se parò y sacò uno de los CD's y buscò el no. de la canciòn que el deseaba cantar. La puso, tomò el micròfono, puso su cigarrillo encendido en el cenisero que se encontraba en la mesa de centro y mirò a la niña a los ojos.

-"Si mi mùsica te molesta, te jodes." -puso la pista a todo lo que daba de volumen. Respirò ondo y comenzò a cantar. En su rostro solo habìa gestos de que en verdad le gustaba lo que hacìa. En su interior podìa sentir como ardìa su sangre, realmente le estaba haciendo mucho bien el cantar en esos momentos. No era nada bueno que se quedara todo el dìa enojado junto a esa niñita, la cual miraba a la par que cantaba. Pensaba que, al final de cuentas, no era 'tan niña' como se veìa. De alguna manera, se sintiò un tanto reflejado y su pensamiento se nublò un tanto. Ignorò todo asta que termino de cantar.

-"Sigues tù... ojalà no cantes 'mariconadas' JAJAJAJAJAJAJAJAJA" -su risa ya era tranquila, incluso su rostro. Mirò con mirada suave sobre de su cigarro ya apagado por que se habìa consumido en su totalidad, asta parecìa otro, si su voca no lo delatara quizà se confundirìa. Volteò con esa misma mirada a ver a Rin. -"Rin... "

(Off: perdòn la demoraa >___> -se mata-)

-" Qué reacción." - comenzó a reírse de nuevo y sacó un cigarro. -"canta algo bueno. Mira. Está" -le da el libro señalando la canción más grotesca para cantar por una señorita. Para él sería muy entretenido ver eso. Se levantò y le diò el microfono. puso la pista y se sentò una vez más. Tomó una cerveza de las que había llevado y comenzó a tomar.

-"Seguro así como has de gritar en la cama cantarás está canción"- su tono era ya el mismo de siempre.

"¿crèes que me calentarìa una chica plana?" -dijo sin màs. Sabìa que, para una chica era el peor insulto que le podìas dar, decirle que no tenpia nada.Más parecía que a ella no le importaba. Estaba atento a cada movimiento que Rin hacìa, sin duda, estaba haciendolo muy bien. El daba tragos a su cerveza, y el acohol hacìa su trabajo en èl, puesto que ya llevaba varìas copas. Solo sintiò que la chica se le sentò en las piernas, y un leve sonrojo se hiso presente en sus mejillas. Al final, lo que ella le habìa dicho saliò màs que cierto. Le animò a querer hacer algo más. Pero de cierta manera su orgullo se lo impedìa. Asì que tomò su ceveza y se la bebio toda de un sorbo. Al termino de la canciòn ella se levantò y lo dejò ahì, nada màs. Tarde. El la tomò de un brazò y se la sentò de nuevo en las piernas, tomandole de la cintura.

"A donde crèes que vas a hora?"

"callate... y olvida mi comentario mujersita" -ahora ya no era niña. Solo mirò dentro de esos ojos azules y se decidiò por tomar prisioneros esos labios con los suyos en un acto un tanto violento. Le abrazò por la cintura y la pegò completamente a èl. Con su lengua comenzò a juguetear mientras que con sus manos recorrìa las piernas de la niña rubìa. Era lo mejor que tenìa, a su sano criterio. Largas, bien formadas y blancas. Las recorrìa con sutileza, dejando que sintiera el calor que emanaban sus manos. Le mordìa los labios a la chica y le miraba los ojos azules. Recordando que, se suponìa ella estaba triste. Poco le importò y la arrojò de lleno al sillòn. Se avalanzò sobre de ella sin despegar su mano derecha de la pierna de Rin y con la punta de su nariz comenzò a recorrerle desde la rodilla, pasandose por la entrepierna, la intimidad de ella, asta llegar a su ombligo descubierto. El cual lamiò bajando poco a poco, mordiendole el botòn de su short. -"Seràs responsble..."

Se detubo en seco al recordar la edad. Y comenzò una vez màs su pelea interna. Entre el 'si' o el 'no'. Sabia muy bien que sus instintos terminarìan por ganarle. Se levantò y se sentò frente a ella. -"mira, ya no eres una niña... si no supiera que ya no eres virgen no estarìa en este dilema"

Terminò por valerle y le metiò la mano por debajo de su uniforme de marinera y abarcò uno de sus cenos con su mano, asta sobraba un tanto de espacio, pero le gustaba la sensacipon de que los avarcaba totalmente con una sola mano, y que era totalmente manegable por èl. Levantò su pequeño uniforme y sin pensarlo dos veces le mordiò un tanto fuerte sus pequeños pesones. Volteò a mirarla directo a los ojos, en busca de algo...

Aquella manera de besar de la chica, no la había sentido en mucho tiempo, era linda, y se suponía que así era como las chicas de su edad lo hacía. Ya que, el no se había atrevido a tocar de ningúna manera 'indevida' a una menor. Rin se separó de ella, solo le miró fijamente y esa pequeña lengua, que ahora a él le había gustado mucho, estaba recorreindole los labios- "Qué manera es esa..." -dijo con una sonrísa picaresca- "No suelo dejar que me enseñen... más vale que sea buena, si no, te voy a dar un castigo severo."

"Deseo... que clase de cosa es esa para tí. Yo lo hago con deséo. Pero a mi modo" -decía con el rostro con un leve sonrojo por lo que le hacía sentir la chica. No lo habían tratado de esa manera. Mucho menos había estado con una chica 'planita' como diría él. Le tomó con 'delicadeza' y le sacó el corpiño. Los miró divertido, ya que les miró un pequeño moño enfrente. -"Jajaja que es esto?" -su tono era totalmente burlesco. Más, sus manos no estaban ayudando a lo que él decía. Le acarisiaba el cuerpo con suavidad. Más sentía que podría romperle la piel con sus manos. Ya que estaban un tanto tiesas por todo lo que ha tenido que hacer en su vida. Se acercó a su rostro (seguía conservando su sonrísa burlesca, pero ya había arrojado a la pantalla aquella prenda) y le lamió la naríz. Le acarisió las mejillas con las sullas y le susurró -"De esta manera está bien?... o quizá deva dejar de jugar a ser menos amable"

Kagura sonrió levemente y le tomó la mano con la que le dirigió a su pantalón. Le miró agachando un poco la cabeza, dejando que su fleco le tapara parte de la vista, de esa manera el sonrió y fué de nuevo en busca de aquellos labios que le estaban comenzando a gustar, y mucho, ella era muy juguetona, y eso a él le estaba produciendo una especie de curiosidad mayor. -"Esas pequeñas mordidas..." -dle susurra serca de los labios- "Son muy tiernas y sensuales a la vez..." -Le estrujó la mano y se la puso en el adomen, la dejó ahí y con solo dos dedos desanbotonó el pantalón de la niña. La levantó sobre una de sus piernas y trató de bajarselo de esa manera. Mientras ella se entretenía en su pecho él trataba de controlar sus impulsos de salvajismo total.

Al sentir aquellas pequeñas manos calientitas en su miembro, Kagura se sobresaltó un poco, más, no podía negar que se sentían bien sus pequñas manitas en ese lugar. Le sonrió de una manera pícara, con un leve sonrojo en el rostro. Al sentir la pequeña lengua de Rin en su boca sin duda no pudo resistir más de guardar su salvajismo, le tomó fuerte por las caderas, se levantó sujetandola con fuerza y la dejó caer acostada en el sillón del karaoke. Se veía sensual de esa manera la niña. Comenzó a observarla, sus pequeños pechos con unos lindos pezones rosaditos, su piel blanca, sus bien formadas piernas, aquellos grandes ojos azules que denotaban inocencia, salvajismo, deseo... tantas cosas en una mirada.

Su pequeña boca de labis delgados y sabrosos... con un hilo de saliva en sus mejillas... sus manos de tamaño menos grande de lo normal y sus dedos delgados. Era una belleza. ¿Cómo resistirse ante tales encantos?

Me avalanzé sobre ella mirrándola seriamente. -"Con que te atreves a meterme mano, ¿he?. Que agallas las tuyas señorita..." -le abrí con ambaz manos las piernas y con mi mano pasé mi dedo indice entre su feminidad. Mientras le abría los labios con la lengua.

Ante tales acciones inesperadas para él se quedó más que sorprendido, por un momento sintió que se le escaparía algún suspiro, pero, de él sería muy dificil. La lengua juguetona de la chica le gustaba. -"De una vez te digo... que no logarás que me corra tan solo con eso.." -mientras ella jugaba con su mienbro, consiguió lograr una postura en la que, con tan solo estirar sus largos brazos alcanzara la aprte baja de la chica, volbiendo a paras sus dedos por todo aquél húmedo lugar. -"Pero que rápido te mojaste... me pregunto... si sabrás a dulce" -se llevó los dedos mojados a la boca, lamiendoselos de una manera lenta, pero presisa. Retirando todo el lñiquido de ellos. Sonrió para sí, y volvió a llebarle la mano hacía aquél lugar, pero, comenzó por introducir su dedo medio suabemente en aquella fuente de nectar dulce.

"pero que niña más atrevida.." - La miró con, más, una sonrisa invadió su rostro. Miró la mesa del centro de la habitación, observó sus latas de cerveza, tomó una, la abrió y comensó a vacear el frío líquido enmedio de las piernas de Rin, subiendo poco a poco para alcarzar a mojarla completamente mientras él se sonreía con malicia. Una vez que se acabó el contenido de la lata, la apretó y la lanzó al televisor. Lamió la entrepierna de la chica poniendo enfasis en el clítoris con el piercing de su lengua, para subir poco a poco lamiendo todo su cuerpo. Estiró su mano asta donde estaba su abrigo con chocolates en forma de conejo. Sacó uno. -"espero que te gusten... y mucho" - se lo introdujo un poco en su boca, para después arrebatarselo, con sus dedos jugueteó con los labios de la vulba de la chica, para después introducir lentamente el conejo de chocolate en su vagina. El se divertía muchísimo. Mientras le rosaba la pierna con su miembro.