Un libro y un cafe.

Era una mañana tranquila, una de esas mañanas en las que lo único que se busca es...No hacer absolutamente nada.
Sonja agradecía que fuera fin de semana, pues no tendría que levantarse absurdamente temprano para ir a sofocar su cabeza en estudios. No no, esa mañana seria pura tranquilidad...O eso esperaba. La chica se dirigió con ropas casuales al café mas cercano, el cual resulto ser nada más ni nada menos que el "Cafe Cube", un lugar ya conocido por ella y que le agradaba bastante, así que no tuvo problema alguno en adentrarse al local y sentarse en una mesa, para luego pedir a alguna camarera una simple lagrima*.

-Nada como una mañana tranquila - Se dijo a sí misma en susurros, mientras rebuscaba en su bolso.

Poco tardó en sacar del anteriormente mencionado bolso un libro de tapa negra, algo desgastado y daba el aspecto de ser bastante viejo, y quizás ese era el hecho por el cual Sonja parecía guardarlo y cuidarlo tan celosamente. Abrió el libro y re-leyó la pagina en la que se había quedado, para así volver a "meterse en la historia", quedándose casi completamente ajena a todo lo demás, pero pudiendo escuchar sin embargo como la gente entraba y salía del lugar, y alzando la vista de vez en cuando para identificar los rostros de aquellas personas, buscando quizás alguna cara conocida que llamara su atención, aun mas que su querido libro.

*Lagrima: Un tipo de café que es en realidad más leche que otra cosa. Leche y una “lagrima” de café.

Me aviá despertado con ganas de descansar este día, Vivio estaba de viaje con Fate y tenia todo el fin de semana para mi sola visto que volvía el lunes, salí al balcón de mi cuarto a tomar un poco el sol de la mañana. -Que hermoso día el de hoy. me dije mientras sentía la brisa del viento, luego entre de nuevo y me cambie de ropa para salir a desayunar afuera el día de hoy.

Caminado por la ciudad recordé que aviá un café cercano donde hacían unos ricos postres y me dirigí así el, mientras caminaba me tope con una librería y entre para ver si tenían una de las novelas que me encantaban. -Disculpe tendría una copia de hamlet?. la empleada recordo que tenia una copia pero ya era vieja y nadie la aviá querido comprar nunca pero como su dueño no quería desecharla se la ofreció visto que no tenia otra copia. Solo nos queda esta copia pero esta vieja creo que era del dueño anterior y quedo en el almacén cuando reabrimos la librería. tome el libro y lo inspeccione con detenimiento, parecía estar en perfectas condiciones a pesar de sus años así que decidí comprarlo y salí para retomar mi camino hacia el café.

Una ves en el café, entre y me dirigí hacia la camarera mas cercana. -Disculpe podría traerme una de te y una tarta de frezas?. a lo que la empleada me contesto. -Enseguida se lo alcanzo, puede tomar asiento donde guste.. Viendo todo el local note que aviá una mesa disponible con una joven leyendo un libro y solo ese lugar quedaba así que me acerque a ella y le pregunte. -Disculpa esta ocupado este asiento?. esperando que pudiera ocupar lo.