Destino: Cementerio. [Hatsune Miku]

No es de extrañarse que yo venga a estos lugares, me gusta sentir la fría soledad de las personas que han sido olvidadas ya en su mayoría. Aquellas que ahora saben el verdadero significado de la muerte... y que ahora están atrapados sus cuerpos en un ataud sus restos. Me metí a ese sobríio lugar lleno de estatudas y lápidas; figuras de ángeles pisoteando demonios, cruses y demás simbolos de religión con el que la gente adorna estos lugares. Rosas secas y marchitas.... todo es hermoso junto con aquél cielo nublado, casi a punto de llover.

Voy recorriendo el lugar tocando las cruses con la punta de mis dedos, con una sonrísa dibujada en mis labios, recordando el por qué las cosas son como son. -"La gente teme a sus destinos... teme a que su esfuerzo sea en vano... al olvido... a la muerte.... JAJAJAJAJAJAJAJA" -una sonrísa invadió mi rostro.

No estoy segura de cómo llegué allí, definitivamente me había perdido, de otra forma...¿Cómo podría haber llegado al cementerio?
Era obvio que no es un lugar en mi lista de bonitos lugares qué visitar, a decir verdad, me daba escalofríos el solo pensar en la muerte, un sentimiento de angustia invade mi pecho, y no me deja en paz.
Sacudí mi cabeza intentando despejarme, no quería pensar más en ello.

Caminaba entre las tumbas, intentando ignorarlas, solo fijando la mirada en el frente, talves así podría encontrar más rápido la salida.
Noté que había alguien, vivo, y eso me llamó la atención. Me acerqué, era alguien que tenía cierta similitud a mí, lo cuál realzó la curiosidad.
-Etto...Disculpa...Estoy...Estoy perdída.-

El escuchar una voz enmedio de toda aquella hermosa quietud me hiso dudar en que si aún estaba cuerda. -"Y a mí que rayos me imp..." -dejé la frase incompleta, por que al momento que hablaba volteaba hacía aquella chica, fué... como mirarme a mí, con facciones un tanto más delicadas y coloridas. -"Fuck! Pero que mierda es esta?"

Le tomé el rostro con ambas manos, acercandola a mí para verla mejor. Le examiné toda la cara, a saber si se asustaba más o no. -"Ahora resulta que tengo un clon 'kawaii'? JAJAJAJAJAJAJAJA" -le dí la espalda, tomé unas rosas negras secas. -"Ya veo... por qué te perdiste. Seguro que querían sacarte uno a uno los organos para benderlos en el mercado negro, he?" -reí irónicamente y me volteé de nuevo hacía ella.

La muchacha, reflejo a mí, se me acercó con una velocidad y violencia emanantemente activa.
Me sorprendí cuando me tomó del rostro, como si estuviera inspeccionándome. Abrí mis ojos sorprendidas y solo pensé ..."clon kawaii"....?
-¿Pero de qué está hablando esta chica?-
-No estoy segura de que alguien quisiese mis órganos, nee-san, vine sola...Aunque no recuerdo cómo.- Admití avergonzada, con mis pómulos ruborizados por reconocer mi distracción.
-Pero...no entiendo algo...¿Porqué eres igual a mí?- Prerrogué. -Es decir...No igual, no, pero...tan parecida.-

"N-nee-chan???!!! PERO QUE CREÉS QUE ME DICES?! No soy tu hermana... y si vas a terminar llorando por donde terminas llegando, deverías ser más precavida..." -puse mi cara normal de molestía, con el seño fruncido y una mano en la cintura. -"así que, atente a las consecuencias"

Estiré la mano de las rosas hacía ella, ofreciendoselas con mi misma cara de enojada. ¿Creé que lo sé todo? -"Mira... si supiera el por qué nos parecemos (muy a mi pesar..)- susurré- "... creo que ya lo habría solucionado, evitado, lo que fuere.... pero de una vez te aviso... que YO no me cortaré mi hermoso cabello".

Quedé algo impresionada por la reacción de la chica, era...Negativa? No podía concluir algo a ciencia cierta, solo que era bastante sorpresiva.
-Te dije así no porque crea que seas mi hermana, más bien porque...Bueno, pareces aunque sea algo mayor que yo.- Suspiré.
-Aunque también puede que sea porque en los cinco segundos que llevamos hablando pareces no tener otra expresión más que de molestía.- Sonreí con inocencia.
-Y no creo que alguna deba cortarse el cabello...Nee-san.-

Sentía que una vena de mi frente reventaría en ese momento. Tomé aire y me le acerqué, quedando a dos pasos de ella, mirandola un poco hacía abajo... -"Aparte de mi 'cara de puño', vieja, y amargada, soy más alta que tú." -le miré el pecho y le tomé un ceno con la mano izquierda, apretandoselo un poco. -"Tambien los tengo más grades..." -se lo solté para tomarle una mano y ponerle las rosas secas en ella.

-"Son de los muertos, son bellas... y ahora te seguirán por la eternidad por poseerlas" -sonreí un tanto sarcástica. -"Pareces casi tan necia como yo...... no quiero dar en un hospital por los corajes... Me llamo Hagane... Hagane Miku.... no 'nee-san'" -dije con voz seca.

Quedé algo estutefacta cuando se atrevió a tocarme uno de mis pechos, pero ella tenía razón, parecía mayor que yo, no por su rostro, si no por otros aspectos físicos.
Hice un gesto de dolor cuando me apretó mi pecho izquierdo, pero fué solo un momento.
Luego solo me dediqué a sostener las rosas que me daba, secas, ya viejas, y escuché su chiste irónico con pocas ganas, no entendía qué le veía de gracioso en ello.
Me sorprendí al escuchar su nombre, pero lo mínmo que podía hacer era responderle.
-Hatsune...Hatsune Miku, Hagane-san.- Le contesté aún sorprendida por la coincidencia. -Mucho gusto.

Casi se me salen los ojos cuando me dijo su nombre. Hasta se confundirían... ya no solo al pronunciarlo... Diefrencia unas cuantas letras en el apellido. Tomé aire, le tomé de la muñeca y la jalé para que caminara conmigo, me dirigía hacía una capilla que estaba al fondo de aquél cementerio. Se veía la cúpula desde donde estabamos. -"Odio ese tipo de coincidencias... aún que, me conmienza a gustar que seamos parecidas"

Miraba solo al frente, aún que de vez en cuando mi mirada se desviaba hacía las estatuas o las criptas muy llamativas. -"Espero... que no te de miedo esa capilla... aún que, no es exactamente eso. Realmente es una tumba, que no recuerdo como se les llama. A pesar de su tamaño colosl y estar llena de hermosos vitrales y ventanales, solo hay un muerto, o eso creo. Al centro está su cripta, como si cama fuera, con dos ángeles como cabezera, tomadas de la mano..."

Cuando llegamos, las puertas de madera tallada y como de dos metros de altura estaba cerradas. Pero yo sabía muy bien por donde meterme. -"ya te topaste conmigo... te arrastré... te jodes"

Me tomó de una muñeca con fuerza. Talvez era parecida a mi pero también era más fuerte. Por lo menos teníamos diferencias.
Comenzó a caminar, guíandome sin meditarlo siquiera un momento, era realmente decidida. Le seguí sin decir una palabra al respecto, creí que si la contradecía podría golpearme o algo.
Sin duda alguna ella daba más miedo que los muertos a nuestro al rededor.
-No me dan miedo las capillas.- Murmuré divertida al respecto. -Y no me molesta acompañarte, no hay nada mejor qué hacer, asi que espero que sea divertido.-

"Con que divertido eeh? JAJAJAJA. No sabes lo que pides mujer... JAJAJAJAJAJA" -seguí riendome a voz alzada, después de un rato me sonreí y la jalé hasta atrás de la capilla, donde había un árbol. Una rama de el había todo un vitral, y por ahí se podía meter sin problema alguno. Así que, me paré ahí enfrete y después la miré a ella.

-"Primero las damas jajaja" -le miré y le solté de la muñeca, casi arrojandola a aquel agujero, por el cual tenías que pasar a gatas. Me recarqué en el tronco del árbol, al mismo tiempo que sacaba una pequeña linterna y se la daba. -"Más ayuda?"