Tarde de Karaoke [Momohime & Kamui]

Eran las cuatro y media de la tarde, justo treinta minutos después de la apertura del Karaoke. Me paré enfrente, sacando mi billetera para comprobar por tercera vez si tenía dinero suficiente para quedarme una buena media hora (sacando cuentas y reglas de tres simple más datos que me dio Akaito-kun). Era una hermosa tarde sin duda, había un buen movimiento de gente y su andar daba gusto, especialmente en aquel día que para mí había comenzado de manera perezosa.

Entré y pedí una habitación en el mostrador, pidiendo la opción de 25 minutos, siendo la más económicamente eficiente. Pensé que todo iba bien, pero noté que la mujer que atendía me miró de reojo. "¿Va a entrar sólo?", me preguntó. Yo sinceramente no tenía problema en entrar solo, puesto que era mi plan; tenía ganas de cantar, y no era muy sensato hacerlo en mi departamento, no sin saber bien de mis habilidades y siendo vecinos de las estrellitas musicales de la ciudad. Sin embargo, paré un momento, y pensé que tampoco debía cerrarme tanto a la posibilidad de cantar con alguien más, pero tal vez sus gustos musicales no concordaría con los míos...
La señora rompió mi debate moral devolviéndome el dinero. "Si quieres esperar a alguien más, puedes esperar aquí un rato. Además, por la opción de 25 minutos pueden cantar hasta cuatro, así que les convendría, ¿No crees?", "Totalmente, señora. Esperaré entonces", respondí, totalmente convencido de la oferta.

Me quedé haciendo origami con uno de los panfletos del lugar, mientras esperaba a que alguien más apareciese, esperando que esa espera no se tragara mi tarde entera...

Como todos los días, Momo había despertado con ganas de salir de la tìpica rutina, se bañó, se vistió de falda corta negra y una polera de tirantes de color celeste, se puso un collar con una corona en el centro, se puso una flor en el cabello y se armò de su infaltable monedero y sus auriculares.
Saliò sin rumbo fijo, como quien dice donde la llevaran sus pies se detuvo frente a un karaoke, encogiéndose de hombros entró al local, se veía que era un lugar perfecto para pasarlo bien y qué mejor que compartiendo el gusto por la música.
Miraba los precios mientras la mujer que atendía le daba los buenos días y preguntaba
- Y su acompañante? vaya..no es la primera persona que veo asi por estos lugares, gente individualista.

La chica la quedò mirando, solamente tendìa dinero para el màs económico, sacando las pocas monedas que le quedaban contestó

- Quiero el más económico y si voy sola es asunto mío, si alguien más quiere entrar no hay problema-


La mujer del mesòn le señalò al joven samurai que esperaba su turno, a Momo le pareció conocido, se parecía mucho a Kagura, pero vestìa de forma muy diferente.
Se acercó a èl y lo jaló por el moño diciendo
- Cabeza de chorlito..tù otra vez por aquí?, la mala suerte me persi...gue-

Al notar que no se trataba de Kagura sino de otra persona, lo mirò sorprendida, se sonrojò producto de la verguenza, se disculpó dándole una reverencia

- Ay no perdone..lo confundí con un desconocido ;_;, lo siento-

Vió los origamis y concluyó que llevaba un rato esperando asi que agregó
- Usted debe ser mi compañero de karaoke..quiere entrar entonces?-

La tardanza no fue molesta, por la música de ambiente del local, y tampoco duradera, ya que escasos minutos pasaron hasta que entró una dama al local. De cabellos rubios y cuerpo armonioso ,su atuendo jovial captó mis ojos; le sentaba muy bien en mi opinión, y se veía incluso más producida que yo, con mis jeans azules, blusa con una camisa por debajo y mis zapatillas deportivas (hasta me sentí un poco desarreglado)

Vi que discutía precios y ofertas con la mujer del local, y en un momento me apunta a mí: Mi compañera había llegado.
Avanzó con paso firme y enojo en los ojos hacía mí, y sentí como si hubiese hecho algo terrible. Me tomó del moño, y con voz rabiosa exclamó: "Cabeza de chorlito..tù otra vez por aquí?, la mala suerte me persi...gue" Atónito, me quedé mirándola, aunque no pasó mucho tiempo hasta que su gesto cambió de rabia a duda. Retrocedió e hizo una reverencia, visiblemente avergonzada. "Ay no perdone..lo confundí con un desconocido ;_;, lo siento". Lo que suponía, al fin y al cabo. De todos modos, estaba de buen humor, así que la situación no hizo más que hacerme sonreir ampliamente. "Usted debe ser mi compañero de karaoke..quiere entrar entonces?", comentó con voz aguda, "Claro.", le dije, mientras avancé hacia el mostrador. "Sería la opción de veinticinco minutos, por favor.", le aclaré, dejando el dinero en el mostrador. La señora me miró de reojo por segunda vez, y me entregó una llave. "Es la habitación 2-E, sigan por aquella puerta y la verán de inmediato. ¡Recuerden no hacer nada raro!", pidió mientras señalaba la puerta del pasillo, "Claro, señora. Muchas gracias.", tomé las llaves y me dirigí a la puerta, volteándome para invitarla a entrar. "¡Vamos, que tenemos que aprovechar bien el tiempo!"

Abrí la puerta, esperando que me siguiese.

El joven se veìa entusiasta y mucho màs educado que su amigo, por lo que a Momo no le desagradò tal compañìa y entrò una vez hecha la invitación. Cuando la joven del mesón hizo el comentario sobre el cuarto, la chica hechò a reìr y le dijo a su compañero de canciones.
- y esta que nos vio pinta de pervertidos? . Que hable por ella y que deje de imaginar estupideces-

Una vez dentro se veìa un ambiente al estilo karaoke oriental antiguo, con una mesa al centro y muchos cojines alrededor, una pantalla plasma en la pared y el equipo de karaokes, 4 micròfonos y un libro con el catálogo de canciones.
La chica le tendiò el libro al joven y luego dijo
-Mi nombre es Momohime, espero lo pasemos bien y que no seas un pervertido porque golpeo fuerte-

Dijo la joven a modo de introducciòn y luego agregò
- Ah por cierto escoge tù primero-

Aparentemente mi atuendo habla por sí solo a la hora de que la gente elija opciones por mí: La habitación tenía un fuerte toque oriental, con una mesa ratona en el centro con varios cojines alrededor; a mano habían cuatro micrófonos y el catálogo.

-Mi nombre es Momohime, espero lo pasemos bien y que no seas un pervertido porque golpeo fuerte-, comentó la jovencita, a lo que le respondí con una risa sarcástica; bajo ninguna circunstancia me rebajaría a hacer algo semejante. - Ah por cierto escoge tù primero-, inquirió la joven, a lo que respondí tomando el catálogo. Luego de escudriñar las primeras tres páginas, encontré una que tenía ganas de cantar; la había escuchado hoy a la mañana en la radio y me dio vueltas desde entonces. "Éste será, entonces.", decidí, mientras ingresaba el nombre en el ordenador.

Me aclaré la garganta un par de veces antes de empezar, probando el micrófono, admito que con un poco de timidez:

La chica se quedò extrañada pues el joven cantaba sumamente bien, esperò sentada su turno mientras escuchaba atenta, era una voz agradable y melodiosa. Una vez terminó de cantar se acercó a él y le dijo

-No me digas que no has tomado lecciones de canto...tú eres cantante verdad?

le sonrió y luego eligió una canción del catálogo

-Mi favorita

de cierta manera esa canción la representaba bastante

Pude cantarla del todo sin quedarme sin aire, cosa que me alivió bastante. Pensé que el ritmo del tema me dejaría mal parado, pero por la expresión de Momohime-dono aparentemente la sorprendí, o al menos no estaba disgustada. Se acercó a mí y, con sorpresa, exclamó:

-No me digas que no has tomado lecciones de canto...tú eres cantante verdad?

El halago me llegó al alma, y no me hubiera sorprendido si me sonrojé por él. "No todavía. No he tenido la oportunidad.", le respondí sincero, mientras me sentaba, expectante de su canción.

La melodía en piano, rítmica y electrónica, me trajo nostalgia, mientras que ella manejaba con habilidad los cambios de tono; ella debió ser la que tomó clases, para cantar así y saber compararme. "¡Cantaste precioso!", le aseguré arrimándome desde el sillón, "Seguramente tú tomaste clases en cambio".

Tomé el catálogo y proseguí con la tarde de karaoke:

- Pues quizás deberìas hablar con Dell, es mi representante èl me ha enseñado muchas cosas n_n tienes mucho talento

la chica se sonrojò ante el halago y escuchó de nuevo atenta la canción, era un tema calmado y relajante, cuando el joven terminó su turno ella dijo.
-la verdad es que soy autodidacta, no tengo estudis y debo pulirme muuucho para llegar a ser una buena cantante

Escuché su consejo, y a pesar de que no creí querer meterme de aquella manera en el mundo de la música, hice nota mental de del nombre del representante y le agradecí con una sonrisa y una reverencia.

"Bueno, por el tiempo que nos quede, quiero cantar ésta contigo.", le dije, apuntando la canción del catálogo:

La jovencita asintió e intentó recordar la melodía, durante la tarde la había estado escuchando y la había descargado por gusto. Le dió mucha verguenza porque se sentìs muy inferior al joven, pero intentó hacerlo lo mejor posible. Sostenía el micrófono con firmeza concentrada en la letra, poco a poco comenzó a disfrutar del tema